En el Día de los Pueblos Indígenas damos gracias a Dios porque aún hoy es posible admirar el tesoro de la Creación, humana y natural, en muchos rincones de La Moskitia.
La relación tradicional de los pueblos indígenas con el medio que le rodea ha permitido por generaciones el uso sostenible de los recursos naturales de La Moskitia. No obstante observamos con preocupación algunas prácticas que habría que corregir, como, por ejemplo la quema que se produce cada año de las llanuras o el deshecho incontrolado de basuras.
Pero, al mismo tiempo que vemos estos riesgos internos, en la Pastoral Social de la Vicaría de La Moskitia, constatamos algunas prácticas externas que, especialmente en los últimos años, se están introduciendo, y que amenazan muy seriamente el hábitat humano y natural indígena que todos/as, debemos proteger. Esta preocupación la compartimos con muchas personas e instituciones que viven y trabajan en La Moskitia.
Por ello, como Iglesia inspirada en la actitud del Buen Samaritano que se compadece del herido en el camino, alzamos hoy la voz frente a situaciones indebidas que afectan directamente a los pueblos indígenas de La Moskitia:
1. La acumulación en pocas manos privadas de tierras que antes fueron de tenencia y uso comunal,
- 2. La aparente dejación de las autoridades para hacer cumplir la legislación nacional y los acuerdos internacionales, en cuanto protección de la naturaleza y los derechos de los pueblos indígenas,
- 3. La gran represa hidroeléctrica proyectada en el río Patuca, y que tendría, entre otros, un gran impacto demográfico por el realojo de las familias desplazadas,
- 3. La venta o apropiación de tierras de vocación forestal para la masiva explotación ganadera (práctica difícilmente compatible con la supervivencia del bosque tropical y los usos tradicionales de los pueblos indígenas),
- 4. El anunciado inicio de perforaciones petrolíferas, a pesar de las promesas de beneficio inmediato a los pobladores, necesita estudios más profundos no solo de rentabilidad económica, sino de viabilidad ambiental y compatibilidad con el estilo de vida tradicional en la zona,
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5. El tráfico y consumo de droga, de tan negativo efecto sobre las personas, también ha tenido un impacto sobre el ecosistema, ya que hay cada vez más indicios de que algunas prácticas de deforestación se realizan con dinero proveniente de este ilícito rubro,
- 6. Hacemos un fuerte llamado a todas las organizaciones privadas y públicas, ONGs, y a las familias indígenas en particular, para que unidos podamos defender lo que históricamente les pertenece y evitar que se continúe con la destrucción de nuestra casa común.
El valioso tesoro de la Creación que Dios regaló en el principio para uso responsable y admiración de todas las generaciones, conserva todavía en muchos lugares de La Moskitia el brillo original del Creador, que todo lo hizo bien. Cuidémoslo para que en él nuestros pueblos miskitos, tawahkas, pechs y afrodescendientes, puedan tener un mejor futuro.
Pastoral Social, Vicaría de la Moskitia
Diócesis de Trujillo, Honduras. (Iglesia Católica)
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