Con gran alegría y fraternidad se tuvo la apertura de las celebraciones con motivo de los cien años de la llegada de los padres paúles de la Povincia de Barcelona a Trujillo, y desde ahí su extensión a toda la Costa Norte.
Como sabemos la presencia de los Vicentinos ha ido muy unida al crecimiento de la Iglesia hondureña en lo que hoy son ya dos consolidadas diócesis.
Los actos iniciaron al medio día, con un concurrido almuerzo de fraternidad en compañía de cohermanos y laicos venidos desde Tegucigalpa, San Pedro Sula, Puerto Cortes y todo el departamento de Colón. A las cinco de la tarde inició una charla histórica impartida por los padres Barceló y Gómez, a quien agradecemos mucho su entusiasmo y entrega. Desde las cuatro y media, estaba transmitiendo Radio Católica de Trujillo en directo con entrevistas.
La Santa Misa fue presidida por Mons. Luis Solé, CM, que tuvo palabras de agradecimiento a los Vicentinos de la Provincia de Barcelona.
Participaron en algún momento de la eucaristía también hermanos garífonas, pech, miskitos y ladinos, o sea, una variedad de las etnias a las cuales nuestros misioneros han evangelizado en estos cien años.
Pudimos estar presentes todos los misioneros de la Comunidad de Honduras. Además de los padres Miguel Angel, Alejandro y Humberto que forman parte de nuestra comunidad, nos acompañaron también los padres de la Provincia de Zaragoza en Puerto Cortés y Cuyamel, y los padres de Eslovaquia y Polonia que colaboran en la diócesis de Trujillo. Se hicieron presentes también un buen número de Hijas de la Caridad, Hermanas de la Caridad y sacerdotes de la diócesis. Estuvo ampliamente representada la Familia Vicentina en Honduras.
Agradecemos mucho a Mons. Luis, las Hijas de la Caridad de Trujillo y las personas del Obispado por su gran apoyo en los preparativos.
La celebración fue retransmitida en cadena radial por las emisoras católicas de la Moskitia, San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Se han recibido muchas felicitaciones de diversos lugares de Honduras, como expresión de la profunda huella que los misioneros han dejado.
Conforme al calendario las celebraciones continuaran durante el año en diversos lugares significativos.
Un camino de cien años que sigue mirando hacia el futuro con esperanza.
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